22.8.06

buscando la cena en la oscuridad

Como a la noche acá en Madera no hay comida, si uno no compró algo para cenar hay que caminar por la playa a oscuras hasta algún lado donde haya cena, que dependiendo del día, puede ser de uno a tres.

Lo interesante de la experiencia cenatorial es la caminata. Selva oscura, impenetrable, negra, puntuada por alguna luciérnaga, de un lado. El mar ruidoso, borboteante y las rocas traicioneras, filosas y resbalosas, del otro. Sin linterna, vas muerto. Ayer, incluso con el último resplandor del sol desde abajo del horizonte, me tropecé y me saqué un pedazo de uña de un pulgar.

Igual, está bueno, en los trechos que son sólo arena, apagar la luz y caminar en la oscuridad que no te deja ver ni las manos. Es una mezcla de encantamiento, principio de susto y libertad absoluta que vale la pena otra uña.

1 Comments:

Blogger c. said...

lindos relatos, diego. es una pavada esto, pero estamos como viajando juntos, ponele, en tus historias.


salutes.

9:26 a.m.  

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