19.7.06

gua-ja-ca II

A veces, da la impresión de estar en una ciudad andina -i know, qué hablo yo si nunca estuve... pero voy en julio '07, eh- porque hay muchas subidas y bajadas, casas coloniales, calles de piedra...

Acá, se comen chapulines (mex. grillos) que, sí, son colorados (¡perdón, perdón!). Son muy salados (se hace sal con ellos) y más allá de eso, el gusto no es muy impresionante.

Se come mole, que es una salsa a base de chocolate y, como toda comida mexicana, chile. Es rico, pesado, dulzón y suele ir con un cacho de pollo y arroz, o algo así.

Se comen tlayudas, que son unas tortillas duras con queso Oaxaca, tasajo, aguacate y, como todo plato mexicano, frijoles.

En Oaxaca, se hace y se toma mezcal (foto pumanovia, la mano es mía), otra bebida hecha de cactus -como el tequila-. En este caso, del maguey, de hojas largas y puntudas, que no parece un cactus de dibujito, sino las plantas que tenía mi mamá en el patio en Formosa-. Pega "regularcito", como el tequila, y tampoco deja resaca, según pudimos comprobar.

(Por favor, chequeen el slogan del cartel en la segunda foto).ç

De este estado, es el vestido que hizo mundialmente famoso Frida Kahlo; es el que usan las tehuanas, del istmo de Tehuantepec.

Los zapotecos, mixtecos y otros que vivían acá hasta que llegó la viruela de los españoles, estaban meta sacarse la madre (mex. reventarse a palos) unos a otros cuando Cortés ya había llegado al futuro D.F. Después, como en todos lados, desaparecieron rápido y en contra de su voluntad.

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